“Por
un mundo donde seamos socialmente iguales,
humanamente
diferentes y totalmente libres”
Rosa
Luxemburgo
Esta entrada es resultado de la aplicación de una dinámica
que se hizo necesaria en uno de los grupos de nuestro centro. Se trata del 3º PMAR.
Os presento a los alumnos y las alumnas con su tutora Marga
Pacetti (Orientadora y Jefa de Estudios del Centro): Carmen Belén, Alejandro Nahuel, José David, Miguel Ángel, Jonathan,
Aarón, Ouarda, Jordan Austin, José, María
del Carmen, Ismael, Míriam, Rocío, Agustín
Tanto Marga como yo somos partidarias de una escuela de
inclusión, no de integración. Queremos
dejar patente que nuestra idea de escuela está marcada por una aceptación de la
diversidad social, económica, cultural, étnica, sexual, religiosa,…, donde distintas capacidades, condiciones físicas o
psicológicas sean atendidas en la medida que lo necesite el desarrollo de cada
estudiante. Y, claro está, partiendo de cada situación personal.
Nos gusta creer en lo que defiende Vigostky al
manifestar que el desarrollo no consiste en la
socialización de las personas sino en su individualización.
El grupo es bastante complejo y la convivencia es complicada
debido a la diversidad de individualidades que en él se manifiestan.
Y ahí nos vemos, poniendo todo en el asador.
Antes de presentaros los distintos trabajos de reflexión del
alumnado, quiero contaros como hemos trabajado.
1.- Realizamos una actividad de disciplina positiva:
objetivo trabajar la empatía.
“Ya habíamos trabajado
con el grupo El cerebro en la palma de
la mano y otras dinámicas de carácter emocional; ahora es el momento de Carlitos.
La finalidad es que el alumnado sepa que cuando dicen frases o
comentarios hirientes, o cuando tienen actitudes agresivas con otros, dejan
huellas en la otra persona, ya que el cerebro emocional se siente herido, dando
paso a emociones de tristeza y miedo.
Además la memoria emocional, que necesita de poca repetición para almacenar datos, guardará lo sucedido”.
Hemos cogido una hoja de papel, donde hemos dibujado un
niño: Carlitos (nombre que no coincide con ninguno de los integrantes del grupo).
Todos los estudiantes están viendo el dibujo. Lo presentamos como un chico
normal, que en su nuevo instituto no es bien acogido. Les decimos que todas las
frases que podemos decir de él y que le pueden herir (feo, gordo, maloliente…)
van creando en Carlitos una arruga (a medida que lo vamos diciendo vamos
arrugando el papel hasta que queda hecho una pelota).
2.- Pasamos a la reflexión. Les pedimos que nos pongan por
escrito cómo creen que se siente Carlitos y cómo podemos ayudarle a que se
sienta importante y parte del grupo.
Les pido que nos lo cuenten como quieran: cuento, historia,
comic, opinión,…
Una vez concluido el trabajo individual hemos reflexionado
sobre ellos y les he enseñado una serie de aplicaciones para que lo expongan de
una manera más atractiva. Cada uno eligió aquella que iba más conforme a su
trabajo. Durante tres semanas las hemos preparado.
Aquí tenéis lo que dicen ellos y ellas:
View on FlowVella - Presentation Software for Mac and iPad
Para leer las historias pincha aquí
Esta actividad nos deja la puerta abierta para una segunda
intervención donde les enseñaremos cómo
decir a una persona algo que no nos gusta de ella de una manera respetuosa.
Mª Adela Camacho Manarel
(IES Las Lagunas)
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