miércoles, 2 de diciembre de 2015

Todos diferentes, todos iguales.

“Por un mundo donde seamos socialmente iguales,
humanamente diferentes y totalmente libres”
Rosa Luxemburgo

Esta entrada es resultado de la aplicación de una dinámica que se hizo necesaria en uno de los grupos de nuestro centro.  Se trata del 3º PMAR.

Os presento a los alumnos y las alumnas con su tutora Marga Pacetti (Orientadora y Jefa de Estudios del Centro): Carmen Belén, Alejandro Nahuel, José David, Miguel Ángel, Jonathan, Aarón, Ouarda,  Jordan Austin,  José,  María del Carmen,  Ismael,  Míriam,  Rocío,  Agustín


Tanto Marga como yo somos partidarias de una escuela de inclusión, no de integración.  Queremos dejar patente que nuestra idea de escuela está marcada por una aceptación de la diversidad social, económica, cultural, étnica, sexual, religiosa,…, donde  distintas capacidades, condiciones físicas o psicológicas sean atendidas en la medida que lo necesite el desarrollo de cada estudiante. Y, claro está, partiendo de cada situación personal.

Nos gusta creer en lo que defiende Vigostky al manifestar  que el desarrollo no consiste en la socialización de las personas sino en su individualización.
El grupo es bastante complejo y la convivencia es complicada debido a la diversidad de individualidades que en él se manifiestan.

Y ahí nos vemos, poniendo todo en el asador.

Antes de presentaros los distintos trabajos de reflexión del alumnado, quiero contaros como hemos trabajado.

1.- Realizamos una actividad de disciplina positiva: objetivo  trabajar la empatía.

“Ya habíamos trabajado con el grupo El cerebro en la palma de la mano y otras dinámicas de carácter emocional; ahora es el momento de Carlitos.  La finalidad es que el alumnado sepa que cuando dicen frases o comentarios hirientes, o cuando tienen actitudes agresivas con otros, dejan huellas en la otra persona, ya que el cerebro emocional se siente herido, dando paso a emociones de tristeza y miedo.  Además la memoria emocional, que necesita de poca repetición  para almacenar datos, guardará lo sucedido”.  

Hemos cogido una hoja de papel, donde hemos dibujado un niño: Carlitos (nombre que no coincide con ninguno de los integrantes del grupo). Todos los estudiantes están viendo el dibujo. Lo presentamos como un chico normal, que en su nuevo instituto no es bien acogido. Les decimos que todas las frases que podemos decir de él y que le pueden herir (feo, gordo, maloliente…) van creando en Carlitos una arruga (a medida que lo vamos diciendo vamos arrugando el papel hasta que queda hecho una pelota).



2.- Pasamos a la reflexión. Les pedimos que nos pongan por escrito cómo creen que se siente Carlitos y cómo podemos ayudarle a que se sienta importante y parte del grupo.

Les pido que nos lo cuenten como quieran: cuento, historia, comic, opinión,…
Una vez concluido el trabajo individual hemos reflexionado sobre ellos y les he enseñado una serie de aplicaciones para que lo expongan de una manera más atractiva. Cada uno eligió aquella que iba más conforme a su trabajo. Durante tres semanas las hemos preparado.

Aquí tenéis lo que dicen ellos y ellas:





View on FlowVella - Presentation Software for Mac and iPad






Para leer las historias pincha aquí









Esta actividad nos deja la puerta abierta para una segunda intervención donde les enseñaremos  cómo decir a una persona algo que no nos  gusta de ella de una manera respetuosa.
  Mª Adela Camacho Manarel
(IES Las Lagunas)

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